Rosa mustia que revivirá :)

Todas las historias que un día escribí se han roto y han desaparecido tras las nuevas entradas de este blog. 

Sin embargo aunque a veces sienta el deber de escribir para un público, en su día esto sólo fue una vía de escape más de mis sentimientos. Hoy necesito que vuelva a ser eso, que vuelva a hacerme daño al corazón cada vez que lea esta entrada, que haga daño al corazón de ciertas personas a las que les dedico ésta en especial, quizás en vano, quizás porque se sientan más perdidas que yo cuando me doy cuenta de que mi universo se ha desmoronado cuando ha descubierto que aquellos planetas que fueron parte de él, ahora pertenecen a otros universos muy diferentes. 

Os recuerdo dados de la mano enamorados, hacíais que creyera en el amor de verdad entre personas tan jóvenes como nosotros. Siempre os admiraba porque me parecíais de película, hechos a medida, hechos para estar juntos por siempre y que nada a vuestro alrededor os rompiese. 

Recuerdo cada discusión, lo mucho que me dolía veros así, pero también recuerdo esa sensación de emoción cuando os reconciliabais. Pensaba que todo volvía a ser como siempre, a ser felices todos juntos. Éramos una familia. 

Sin embargo pasaron muchos meses y cómo animales de costumbres nos creímos que todo duraría para siempre, que no se podría romper, que íbamos sobre seguro. Empezamos a odiarnos, a cansarnos y hasta molestarnos de verdad. TODOS dejamos de luchar por aquello que tanto nos llenó en su día, ¿qué paso?, ¿qué hicimos? 

Recuerdo reírme de la canción En mi cabeza de Marwan porque pensaba que la frase, "¿Por qué llegado a un punto los amantes, se acaban conformando con limosnas?”  , era simplemente una forma bonita de definir su frustración sobre su relación fallida, pero que no podía ser real. 

Estaba segura de ello porque os miraba y siempre os veía quereros de verdad, sin cansaros el uno del otro y llegando a lo más hondo del alma. 

Me dabais envidia, de verdad que era precioso, que eráis preciosos y que os convertisteis en mi musa durante muchos meses, casi un año. Recuerdo que eráis mi inspiración para los textos ficticios sobre amor, porque realmente creía en el amor por aquella época.

Pero nos conformamos con limosnas todos los que conformamos la familia, menos vosotros que llevados por nosotros acabasteis por dejarlo. Os pido disculpas por rendirme y no luchar, por confiarme en que sería temporal pero corto.

Otro de los mitos que he levantado es que empiezas a apreciar las cosas cuando las pierdes, admito que ahora lo aprecio mucho más cuando no os tengo y necesito gente que me llene tanto el alma. Os debo las gracias porque todo lo que soy ahora, no habría empezado sin vosotros, sin cada uno de los que conformó esta familia. Sin embargo ahora hemos seguido caminos distintos y ya no sabemos el uno del otro, ni nos preocupamos por los que nos pase.

Echo de menos teneros, demasiado, y quizás sea mi karma por quejarme tanto y no mirar el vaso medio lleno o por rendirme antes de tiempo.

Sin embargo hay una promesa que sigue en mí cada vez que me maldigo por no haber mantenido lo que me daba tanta vida. Y es que seguiré para siempre con vosotros, que os ayudaré y que seguiré siendo la misma niña inocente que no tiene miedo de ir rápido con la gente, a pesar de que le hagan daño. Sigo siéndolo porque por millones de veces que me equivoque habrá personas que me llenen diferente que vosotros, pero mucho, porque ahora entiendo que por mucho que luche por ello nadie va a rellenar vuestro hueco.

Y a pesar de que sea borde, tímida, fría o cabezota, seguiré teniendo ese cariño hacía vosotros.

Lo siento sigo siendo la misma aunque me intente engañar.

Os recuerdo, recuerdo todo lo que fuisteis, todo lo que fuimos, todo lo que empezó por aquella pareja.  Me lamento ver lo que sois, lo que somos, lo que estamos dejando morir.

Pero yo soy más de querer a las rosas mustias, que a las coloridas, porque las que más necesitan cariño son las primeras. También soy experta en revivir lo que un día se acabó y hoy intentaré pasaros esa sensación.

¿Qué hemos hecho mal? ¿De verdad no hay arreglo? ¿No podemos reconstruir todo lo que ha quedado roto?

Sé que soy una pesada pero no me voy a rendir, por vosotros, por nosotros, por mí.

No pienso dejar que esto se rompa, que perdamos lo que fuimos, que olvidemos lo que quisimos y queremos.

No pienso perderos, lo siento, habéis sido lo mejor que ha pasado en mi vida.

Os necesito a cada uno de vosotros casi cómo el aíre que respiro y no digo de romper toda relación, sólo digo de no romper nuestro cariño.

Sé que es tarde para todo esto, que habría sido mejor darme cuenta en abril, que habríamos sido más felices o al menos habríamos vivido más momentos. Pero mejor tarde que nunca ¿no?

Sólo os pido un último favor, no rompamos nuestros para siempre, nuestros sueños juntos, la sensibilidad que nos recorría a cada uno de nosotros y la felicidad cada viernes cuando nos juntábamos en tubos. Sólo os pido que volvamos a ser lo de antes y que si es imposible, que sea imposible porque es todavía mejor.

Sólo os pido que no olvidéis que todos fuimos algo y dejamos de serlo, pero que siempre está esa espinilla en la que brotará de nuevo nuestra rosa marchita.

Sólo os digo y no por última vez que os quiero y os querré eternamente porque habéis sido los culpables de poner en marcha mi brújula y conocer mi interior de verdad.

De quererme tal y como soy y enseñarme a dejar de esconder mis fantasmas.

Nunca había sido tan feliz.

Os quiero y os doy las gracias.

Nunca había encontrado a gente que apostara tanto por mí.

Por eso nunca dejaré de apostar por vosotros, aunque me haya dado cuenta tarde.

Y todo esto tiene un enorme MUCHAS GRACIAS como portada principal de esta historia, a esa fecha clave para todos, ese 22 de abril de 2015.

Espero que los para siempre duren de verdad, teneros vale más que cualquier oro del mundo. 

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