Prosa a un inteligible mundo

Quería mirar al mundo y explicarle lo jodidamente complicado que era entenderle, era un sitio masivo de sentimientos inexplicables, desde tus profundos movimientos a los movimientos inteligibles de gente que nunca llegaré a conocer. Quería mirarle y decirle, ¿por qué estoy aquí?, ¿por qué?, ¿realmente merece la pena conocerme?, ¿o solo seré una persona más en un mundo muerto por el dinero? Preguntaba sin cesar a mi mente, una mente perdida incapaz de entender cada respiración de mi cuerpo e incapaz de luchar y entender sus sentimientos. Me pregunto si las personas tenemos un destino marcado o si realmente ese destino solo es la mente marcando unos límites que nuestra vida no puede sobrepasar. Me pregunto si realmente creer en un destino es la única forma de explicar que nuestra propia mente una vez más nos ha hundido y no confía en nosotros mismos. Solo se que estoy cayendo en la vida social que todo el mundo quiere que viva, no en mi propia vida, llena de observaciones respecto a todo y llena de descubrimientos que hacen sentirme viva, no inteligente, nunca llegaré a saber nada sobre este mundo. Se que estoy echándole las culpas al destino, dejando morir a mi alma y no disfrutando de los buenos momentos. Se que mi vida ahora mismo es un mundo dado la vuelta y que el tiempo huye con mis fantasmas. Pero también se que mis fantasmas no huyen con el tiempo, aguantan, para recordarme lo mucho que fracaso, olvidando que quizás si haya tenido victorias. Y hoy ha habido dos personas que me han enseñado dos cosas que creía muertas, la primera es que el mismo se creyó un loco, pero no hay mejor cosa que conversar contigo mismo, saber como eres y entenderte y quererte. La única persona que estará hasta el final contigo eres tu mismo. La segunda cosa y por otra persona, es que hay que vivir y que rayarte debes hacerlo  en el último momento porque habrás disfrutado de cada segundo de tú vida. Ahora quiero dejar consciencia de dos cosas, uno que aprendí de otra chica que no conozco es que hay que escuchar a los locos, son las únicas personas capaces de demostrar que son diferentes y por ello especiales. Que ser tímido o cortado solo sirve para cerrarte barreras y unirte con una soledad amarga y que realmente la vida es demasiado corta para ser infeliz. Quizás nuestro problema es querer mirarte y entenderte, porque querido mundo eres impredecible.

V.K.

Comentarios

Entradas populares