Felicidades Poesía.

Le diste la mano a aquella niña de ocho años, como si después de todos sus miedos,
tú le pudieses dar la paz.
Comenzó a desarrollar otra faceta, la de escribir sin saber escribir, sin saber puntuar, sin saber definir las pautas, pero diciendo lo que sentía en cada frase. Comenzaste a acariciarle con su primer libro,
ese que aún conserva en la estantería, el primer libro que se acababa en menos de dos días, "Mi primer libro de poesía".
Más tarde le robó otro de sus libros a su hermana, uno con grandes ilustraciones, también se dejó llevar tras la poesía de Miguel Hernández.
Y aquella niña comenzó a escribir sobre la paz, sobre el amor, sobre la libertad, sobre su familia y sobre otros muchos temas.
Aquella niña comenzó a echar todos sus miedos por las palabras, que junto a la música, creaba una fuerza incapaz de vencer.
Después llegó a ese periodo en el que todos se reían de ella y aún así siguió escribiendo poesía. Dejó boquiabierto al chico que se reía de ella, por la capacidad de decir cosas. Además, también dejó tras la pared de su escuela de música, esa llena de dibujos de otros niños, un poema dándole las gracias a la música por darle la libertad que no encontraba con nada.
Aunque sin duda lo mejor vino después, cuando comenzó a escribir aún más y de la nada comenzó a auto-superarse, a puntuar algo mejor, a escribir con menos faltas y a leer más.
Creedme ha sido gigante el esfuerzo que ha hecho para llegar a lo que ahora es, y eso que no es nada y siquiera puede considerarse escritora.
Y después de tanto tiempo, sigue ahí, en las rupturas, en el dolor, en la libertad, en el cariño, en la felicidad, en la tristeza, en la salud y en la enfermedad. Habrá millones de cosas que me rompan el corazón, pero de la nada brotas de mí y me das esa fuerza que pocas cosas saben darme. Me recuerdas que un día me diste la mano y que en las buenas me acompañarías, pero en las malas me cuidarías. Y sin nada a cambio, aquí sigues, haciéndome sentir orgullosa de lo que he sido y soy, ayudándome a ilusionarme de nuevo y manteniendo mi ideología cultivada desde aquella edad.
He intentado hacerte un texto a tu altura, pero no hay nada que te haga mención, querida compañera.
Hoy es tu día, hoy es el día en que millones de personas te dieron vida mucho mejor de la que yo podré darte y es el día en el que se recuerda que has salvado a infinitas personas en el mundo.
Feliz día poesía, eres una de las cosas más preciosas que tendré en mi vida y la culpable de mi sonrisa en los momentos más oscuros.

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