¿Cuántas veces?

Estoy cansada de que todas las personas nos tengamos que esconder y no atrevernos a demostrar una parte de nosotros que llevamos oculta.
Estoy harta del propio beneficio y abandonar a una persona que te necesita, por muy jodido que tú estés.
Estoy decepcionada de que la sensibilidad sea una cárcel y no una virtud, que sentir sea una condena y que confiar en los desconocidos sea meterse en la boca del lobo.
Nadie debería tener miedo de ser como es, por quedarse solo.
Ni la soledad debería convertirse en el mayor fantasma de una persona.
Nadie debería acomplejarse de su mente y de su cuerpo, siquiera sentirse excluido por esto.
Todos decimos ser muy tolerantes, pero cuántas veces hemos juzgado sin saber algo de una persona.
Cuántas veces hemos rechazado a alguien por su portada, sin darle una oportunidad a lo de dentro.

¿Y cuántas veces te has sentido tú igual?

La sociedad nos está convirtiendo en máquinas automatizadas con miedo a querer a los demás y en busca de tan sólo sus propias ganancias. Sin embargo, también creo que todo puede cambiar si nos salimos del guión impuesto e improvisamos uno por nuestra parte.