Entender...

Quería volver a aquel lugar y volver a encontrar al alma que nunca estaba cerca suyo.
Intentaba sobrevivir de sí misma porque temía lo que podía hacer en ese estado de locura que nunca controlaba.
Estaba volviendo a caer en esa etapa de melancolía  e ira y ésta siempre acababa con los nudillos sangrando en una pared, y en  una calle oscura de esa urbanización a la que siempre acudía por miedo a que la encontrarán.
Volvería esa etapa de soledad en la que sería incapaz de enamorarse de nadie porque mucha gente se había aprovechado de su cariño.
Seguiría sonriendo en público y agachándose en el suelo de una calle solitaria para llorar todo lo que no llora con nadie.
Volvería a escribir en silencio las mil y una formas de liberarse y volver a estar sola en aquel molino gallego.
Su alma sabía a alcohol barato, la forma más rápida de olvidar todo y de no mostrar su personalidad.
Chica rara, compleja, inocente, fea y pringada.
Chica que prefiere no enamorarse porque nadie lo haría de ella.
Chica perdida que no encontrará el camino de vuelta.
Chica que mira el cielo y cada vez hay menos estrellas, hacen la maleta y se apagan.
Chica llena de odio que la come por dentro, pues su amor (que es lo poco que queda de ella), siempre lo regala.
Chica que nunca encontrarás cerca, a pesar de que esté a centímetros de ti.
Desconfianza en los abrazos y acaricias por su culpa. Fuiste la forma más fría de volverla cerrada.
Chica demasiado profunda que hace huir a los demás.
Ojos esquivos y sonrisa especial.
Chica que te regalará su música.
Chica que te hará conocer su mundo y que luchará por verte feliz ante todo.
Humana que arde y que se derrite.
Quiero volver para encontrarte, para encontrarme...

V.K.