Adultos y niños, niños y adultos...

Siempre pensaba que el mundo de los adultos era distinto al mundo de los niños, siempre pensé que para llegar al mundo de los adultos sólo servía con tener una edad, sin embargo todo niño tiene algo de adulto y todo adulto tiene algo de niño.
Quiero decir que nos han vendido un montón de ideas absurdas sobre cuando tu mente madura, sin embargo creo que llaman madurar a envejecer y mis ojos no ven que ambas cosas sean las mismas, tu cuerpo puede envejecer pero tu mente no lo hará.
Creo que madurar es aceptar que el mundo no siempre es justo, que todo es bastante complejo pero las cosas que componen a ese todo son demasiado simples. Es cierto que no se cumplen todos los sueños, puesto que las cosas cambian con los años o porque no es tan fácil, pero la ilusión de seguir intentando cumplir tus sueños no debería morir con los años. La realidad es que cuanta más edad tienes más obligaciones y responsabilidades tienes y con ellos más problemas y preocupaciones, no obstante no concibo la idea de que éstas se tengan que convertir en lo principal y único en tu vida, abandonando hobbies, ilusiones y sueños... Por eso no concibo la idea de que un adulto deje de ser un niño completamente.

Recuerdo a una niña de dos años que conocí en Asturias, esa niña sin conocerla de nada y sin conocerme de nada, me dio a entender que a pesar de que ciertas personas habían tomado la decisión de dañarme, realmente tan sólo de unos minutos podía llegar a ser querida y podía marcar a alguien. Recuerdo que tenía una gran sonrisa, tenía ilusión por las cosas, hablaba sin miedo y no tenía preocupaciones, simplemente y únicamente era feliz. Aquella niña de dos años me enseñó que los adultos estamos demasiado preocupados por el qué pensarán, como debemos actuar, cuanto de cordura debemos tener en nosotros mismos y como obligatoriamente hay que cumplir cada una de las obligaciones, que aunque éste de acuerdo en  que hay que cumplirlas, como he dicho antes esto no es lo principal en la vida.
Creo que vivimos demasiado preocupados en nóminas, en demostrar que tenemos una gran mente y somos totalmente cuerdos, en que tenemos una vida sana y un cuerpo espectacular, en que no hacemos el ridículo, en que somos normales y no "frikis", "raros" etc... en que tenemos un trabajo a la altura de todos los elogios.
Vivimos dependientes de algo que tan sólo  hemos creado nosotros, de una sociedad que hemos complicado nosotros mismos.
Pero a día de hoy se que todos moriremos y que seremos olvidados, que no hay que estar pendiente de marcar a las personas, sino que tan sólo y únicamente las marcarás viviendo y siendo tú mismo.
Todo niño tiene algo de adulto, porque aún siguen viviendo y siendo ellos, son felices con poco y siguen jugando y riendo a pesar de todas las adversidades.
Los adultos deberían tener algo de niños, porque viven absortos en una vida de papel escrita por un mal guionista y que da infelicidad a aquel que sigue el camino de todo adulto.
Querido lector, lucha por lo que sueñas, se tu mismo y sobretodo vive y disfruta, no dejes que los fantasmas alimenten más fantasmas. Tan sólo tú eres capaz de dejar huella a tu gente cercana, no hace falta más.

V.K.