Seguir caminando

Quiero gritar, gritar demasiado, tanto que el mundo se quede sordo y todo acabe de una forma más sencilla.
Quiero llorar, llorar hasta que no tenga lagrimas, llorar para quitar esta tensión de mierda que se hace conmigo.
Quiero huir, huir a otros lugares, donde nadie me conozca, donde pueda pararme a pensar tranquila y deje de sentirme estúpida cada vez que hablo.
Quiero sentirme abrazada, abrazada por alguien que adore hasta mis errores, que me haga sentir algo más viva y que no quiera acabar el día durmiendo en solitario, porque dormir siempre será mejor que vivir.
Quiero sentir que aunque cierre los ojos, al día siguiente tendré ganas de abrirlos y que no sentiré que es invierno, aunque en la calle haya 32ºC.
A veces hay días de mierda, así que no todo será felicidad, incluso aunque por suerte ni yo misma podré acabar con mi deseo de seguir caminando, a pesar de que los pies estén muriendo.