Ninguna llegue a decir la verdad de las cosas

No soy del norte, pero las montañas llenan mi corazón de alegría y fuerza. 

No tengo lugar, mas las estrellas me apasionan en las noches de invierno. 

No tengo destino, aunque siempre encuentro mi inspiración contenta cuando viaja lejos y cuando se encuentra en la tierra donde nació. 

No me entiendo y aún así quiero escribir esta entrada para recuperar la fuerza. 

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Quiero que entiendas que da igual que no tengas las cosas claras, que no estés enamorado o que por el contrario lo desees con todas tus fuerzas, pero que todas las personas que entran en tu vida, por un extraño motivo se marchan. 

Quiero que recuerdes que nada es imposible, que si quieres algo vayas a por ello y que aunque la frustración te marque los pasos, te ahogue el alma, te consuma la sonrisa, sigas por ti y por lo que te debes. 

Recuerda que no todas las personas que te rodean son malas, por lo tanto déjate querer, quiere su exterior y no descuides entrar en su alma y dejarla algo mejor de lo que la encontraste. Escribe sobre las personas, no en un papel, no literariamente, pero disfruta de sus rasgos, de su personalidad, de su pasado, de esa inspiración que puede emanar en tu interior al mirarla.

Mira a tu alrededor, enamórate de la naturaleza, cásate con las montañas, se infiel con el mar y recuerda visitar las ciudades, a veces la carretera tiene ese extraño poder de curarte las heridas. 

Valora tu entorno y aprende de él, marca a fuego los edificios, las personas que pasean por la calle y los pequeños detalles escondidos. 

Mírate al espejo, reconoce tu figura, proyecta tu propio camino, valora tus pensamientos, decisiones, respuestas y todo lo que podrás dar al mundo, porque el mundo necesita a personas que puedan darle paz, sentimientos, emociones, aciertos y errores. Ante todo, nunca dejes de quererte, abandonarte e incluso, nunca llegues a hacerte daño a ti mismo, porque estarás perdiendo a una persona importante. 

Abre la mente, no te quedes en lo correcto e incorrecto para la sociedad, piensa en tus actos y descubre que te lleva a hacerlos, si te gusta lo que estás realizando, pero si hay algo que no te atrae, cámbialo, siempre estás a tiempo de pararte, retroceder y mejorar, incluso cuando no se trata literalmente del tiempo. 

Abre tus sentimientos, no temas a decir lo que sientes, lo que quieres, lo que te apetece por el miedo de defraudar a alguien, busca lo que no te haga daño a ti y a los que te rodean, pero siempre siendo fiel a lo que quieres decir y no dices, porque crees que será desacertado. 

Y ante todo, llévame la contraria, demuestra que me equivoco, que mis razones no son la verdad absoluta, que sólo soy una pequeña escritora inconclusa y que aún me queda tanto por equivocarme que esto sólo será un boceto pequeño de mi vida. O quizás, haz lo contrario.

Como lector, te dejo abierta la puerta, para que conozcas la realidad desde muchas perspectivas y que todas sean ciertas y ninguna llegue a decir la verdad de las cosas.  

V.K.