No me hables de amor, porque hace tiempo que no creo en él.
No me hables de sentirte querido, ya que siempre que lo hago acabo rasgada. 
No me hables de luchar, cuando el campo de batalla nunca anuncia el final. 
No me digas que estoy en medio de mucha gente, cuando la soledad sigue visitándome en mi interior. 
Deja de engañarme, de engañarte, con que las cosas no te duelen. 
Deja de mentirte con que puedes huir de su miedo, ese que te marco, te ahogó y te fastidió de por vida. 
Deja de decirte que no te gustaría verte diferente, porque llevas tiempo sin mirarte al espejo por gusto. 
Deja de creer que marcarás a alguien, porque los recuerdos son de papel y tú eres un sueño fugitivo. 
Deja de intentar darle oportunidades a la vida, cuando sabes que vuelves a caer en ese abismo frío y solitario. 
Deja, deja de querer, deja de vivir, deja de sentir, de pensar, de preocuparte, de intentarlo y manda a la mierda el mundo. Porque sí, una vez más te has demostrado que cada día, es la misma mierda de siempre. Y que un papel arrugado, nunca volverá a estar liso. 
Huye, porque una vez más estás esparciendo tu mierda por el resto de la ciudad y hace tiempo que tu entorno dejó de ser naturaleza.

texto de ficción. V.K. 

Comentarios

Entradas populares