Fue fácil, pero ahora lo tienes difícil, amigo.

Fue fácil quitarle la razón a esa niña de 14, ¿verdad?

Fue fácil romperle lo que debería haber conocido por amor.

Fue fácil quitarle su derecho como mujer, pisarle los sueños y convertirla en escombros.

Fue fácil decirle barbaridades, empezar a hablarle de que su crecimiento estaba en el físico, no en la forma de hablar o en simplemente haber crecido como cualquier niño. 

Fue fácil mirarle el escote, sacar esa sonrisa y cuando fuera a tu casa tomarte el permiso de romperle la mente. 

Fue fácil sexualizar a una pequeña niña, que aún casi ni había empezado a conocer ese mundo, te tomaste el derecho de hacer lo que te diese la gana ¿verdad?

Pues ahora lo tienes difícil para acabar con su lucha, para destrozarla y pararla. 

Porque ¿sabes qué ella es fuerte, valiente y sonriente? Y sí, ha crecido mucho, pero como persona, y tras sus palabras, sus actos y su re-educación, cambiará este mundo heteropatriarcal. 

Has hecho de un trauma, una lucha y ha empezado a poner rosas en el mundo, para que la venganza empiece. Aunque claro está, ella es una persona cordial, así que no se convertirá en lo mismo que tú y utilizará las palabras y los gritos, las acciones y las enseñanzas que pueda dar y que incluso puede aprender, como medio para la lucha de los derechos de la mujer. 

¿Sabes algo más? Soy mujer, me siento orgullosa de ello y todas sabemos pelear por lo nuestro, así que algún día existirá un cambio social tan potente, que conseguiremos nuestros objetivos y defenderemos lo que es nuestro juntas, porque poco a poco la sociedad dejará de pisar, humillar y maltratar al género femenino. 

No, no tenemos cojones, tenemos ovarios y te aseguro que estos arrasarán con la injusticia, como lleva pasando desde hace siglos. 

Para todas las mujeres que han sufrido las consecuencias de la enseñanza de este estado heteropatriarcal y que con la lucha podremos cambiar.  (si te dicen que "no", es no.)