La realidad de nuestros actos

Hace tres año vi este vídeo. Sin embargo, la página web donde se hallaba, ya no existe.

Así que quiero volver a compartirlo por varios motivos: el primero es que hace tres años no me hubiese planteado que este es uno de los peores casos a los que puede llevar el machismo. La violencia de género es denigrante, vergonzosa y dolorosa, nadie debería permitir que esto sucediese, pero hace tres años no caía en la cuenta de que nadie nace con la etiqueta de "maltratador"; el maltratador crece en casa, en los entornos educativos y en las diferentes veces que se ha dejado pasar ciertas situaciones. Esto empieza cuando a la chica de primero de primaria le tocas el culo y nadie te dice que eso está mal, cuando a la niña de secundaria le empiezas a insultar cuando te dice que no o empiezas a verla solo como un objeto de disfrute, no como una persona de convivencia. Empieza cuando vas a molestar a una chica en una fiesta y decides que no te hace falta su permiso para tocarle, acosarla e incluso forzarla o cuando a tu pareja le amenazas con que no le volverás a sacar de casa y con qué ha estado haciendo o qué ropa llevaba.
Todo esto empieza cuando permites que un niño crea que será superior a su compañera y muchas veces empieza de forma inconsciente.
Y no, no todas las personas que han hecho esto han sido maltratadores de serie, muchas veces han aprendido las lecciones y han seguido un cauce más correcto, pero a veces el no parar ciertas situaciones lleva a casos tan duros como puede ser la violencia de género.
Creo que debemos luchar por re-aprender (porque todos nosotros, y me incluyo en esto, tiene que plantearse una y otra vez qué es lo que está aprendiendo y cómo lo estamos aplicando), pero también debemos luchar por enseñar correctamente a convivir, a luchar por los derechos que no tienen las mujeres y porque haya un trato igual entre todas las personas.
Además de plantearnos, cómo estamos actuando y hasta que punto nosotros estamos dejando que haya maltratadores, asesinos, delicuentes...
Estoy segura de que muchas veces hay que dejar de mirar al otro y empezar a aplicar el cambio en nosotros mismos, para después poder aportarlo en otros.

El vídeo en cuestión, habla por sí solo. (⇦pica aquí.)

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