Pronto volveré a ir a buscarte

Dicen que merece la pena luchar, sin embargo muchas veces cansa luchar para nada, para desgastarte en cada paso y quemarte con cada acción. 
Hace tiempo que las calles se han  llenado de la soledad del silencio y que el único ruido que conocen esas calles son los suspiros que se me escapan cuando pienso en el pasado. Es bueno mirarlo si te sirve para darte fuerza, pero últimamente me invade para recordarme lo feliz que fui y lo difícil que se está convirtiendo seguir. 
Ya no quiero volver a conocer ninguna historia más, no quiero volver a escribir notas de bienvenida cuando cada vez que las escribo son de despedida. 
No quiero seguir para darme cuenta que muchas noches acabo caminando sola y que siquiera las estrellas están ahí para guiarme. 
Había conseguido crecer de nuevo, sentirme libre, ser una parte de mi misma que nunca había conseguido enseñar, no obstante este mundo juega con la oscuridad del odio y no puedes ser buena con la gente que te intenta comer. 
Soy de ese grupo de ovejas que no se dan cuenta del peligro de cada lobo, porque en vez de mirarle todo su aspecto, me fijo en los ojos, que se demuestran fieles y seguros ante mí, definitivamente yo sola acabo metiéndome en su boca. Aunque nunca acabo de ser masticada del todo, siempre se quedan a medias y se piran de mi lado, dejándome herida y consciente del dolor. 

Me dirán mil veces que no soy la persona que más problemas tiene y aunque soy consciente, esto no alivia la mente que me presiona y aprisiona.  No, no me ha pasado nada serio, pero aun así las cosas desgastan y seguir un camino que te quema hace que tu mente te pida que todo acabe. 
Todas mis pesadillas se están cumpliendo y estoy viviendo cada día un déjá vú que ahoga todas mis posibilidades de ser fuerte y tirar hacía delante.
Todo lo que había conseguido ha volado por la ventana que me dejé abierta y no puedo salir a buscarlo porque no deje abierta ninguna puerta. 
Pasa el tiempo, pero cada día es lo mismo y aunque no deseo una rutina que rompa todo, desearía volver a encontrar la calma que antes tenía en mí, pues ya no soy la misma desde hace unos meses. 
Hace tiempo que está muerta mi pluma y oxidado el papel, hace tiempo que huiste de mí y decidiste quedarte en aquel viejo molino restaurado, me alegro, pero he de admitir que te echo de menos. Pronto volveré a ir a buscarte, porque te necesito a mi lado. 

V.K. 

Comentarios

Entradas populares