Aquella criatura...

Aquel chico iba sumergido en sus problemas, escuchando su música y deseando huir de esa vida que le presionaba. Hacía tiempo que había perdido todo y no le importaba demasiado como latía su corazón. 
De repente alzo la mirada al frente y vio a aquel perro suelto, un perro bastante bonito que estaba divagando entre los contenedores. Aquel chico los temía porque no se llegaba a fiar de ellos hasta que viera que eran de confianza, así que para tranquilizarse buscó a su dueño, pero no vio a nadie. Él se fue hacía la acera para seguir buscando a unos dueños de aquel perro, al fondo vio una pareja en un parque y pensó que sería de ellos.

En ese mismo instante un coche alcanzó al perro y los dueños del coche frenaron en seco, pero nadie llamaba a aquel solitario perro y ese chico decidió seguir observando a aquella criatura con la intención de ir hacía él si algún coche llegara a atropellarlo. 

El perro que andaba entre los contenedores decidió correr hacía otra dirección por ello  el chico asombrado de que se alejaba de la zona de la pareja decidió perseguirlo. El perro seguía por una calle recta que daba más tarde a un descampado y el chico detrás de éste sin adelantarlo le seguía. El perro debió de darse cuenta y de vez en cuando le miraba a él, éste por miedo bajo la música y cada vez que el animal le miraba y se paraba, levantaba las manos como para decirle que no quería hacerle daño. 
En un momento dado el chico decidió cambiar de canción, era demasiado alegre para su estado de animo, busco una que le gustará y la cambió, cuando levantó la mirada la pequeña criatura ya no estaba. 
Pensó que éste habría tirado hasta el descampado y que allí lo encontraría y fue corriendo, pero nada, no estaba, no había rastro de aquel perro, no había forma de encontrarle y no podía haber huido tan rápido como para perderle. El chico pensó y pensó y llegó a una conclusión, quizás ese perro fue el alma que había dejado abandonada tiempo atrás y ésta le vino a buscar intentando hacer que recordara que tiene que continuar el camino que busca. Quizás ese perro sólo fue una forma de recordarle que nada está perdido y que siempre acabas llegando a un sitio. 
Él miro al cielo y contempló las estrellas, quizás aquel animal tan sólo quería hacer que olvidara todos sus problemas de golpe. 
Nunca más volvió a verle, aunque de por vida recordaría aquel día. 

V.K. Texto ficticio 

Comentarios

Entradas populares