Corta historia y largos sentimientos

Su felicidad estaba en aquellas olas que impactaban con las rocas, en aquel viento que le revolvía el pelo y en aquellas aves que jugaban a seguirse por el cielo. Siempre pensó que la calma tendría que buscarle y perseguirle, pero vino como vienen las cosas que más felices te hacen, sin esperarlo... Y sus ojos se perdieron en miles de montañas, en miles de ojos sin dueño, en miles de animales diferentes... Ahora entendía que las historias más bonitas son las que uno puede sentir sin necesitar que sea real y material. 

V.K. Texto ficticio

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