Amor...

El amor es aquel capaz de crear el mayor caos en tu vida, es aquel capaz de crear una confusión tan grande que rompe todos tus esquemas, es el más doloroso y el más bonito, el amor es aquel que ya existe y que nosotros tenemos el poder de construir, es aquel que crea mundos donde ya existía otro mundo. Así empieza una introducción de una pequeña historia que a formado otras historias y que a petición de una persona muy importante empiezo. 

Aquella niña de ojos verdes no había conocido el amor de tal modo, si había sentido cosas por algunas personas, pero nunca había llegado a sentir lo que sintió por primera vez. Pero aquella primera vez creyó derretirse en aquellos ojos azules y en aquel pelo rubio, en aquellas noches en la que la palabra pequeña cobraba vida y días en los que el amor aumentaba por momentos. Paso el tiempo y todo iba bastante bien, pero de repente todo se rompió, aquella chica tuvo que vivir muchos amores de aquel chaval, pero nunca como aquel, ese que hizo que todo su amor se fuese a la mierda, ese que rompió la relación, ese en el que el chaval no supo cuidar lo mucho que valía aquella niña de ojos verdes, ya no tan niña.  

Paso el tiempo y ella trataba de olvidarle, entonces su amiga le presento el chico que a ella le gustaba, un chico con los ojos verdes más bonitos que había visto, con una sonrisa que alumbraba toda la ciudad, con un pelo negro brillante...  Y aquella niña en oculto empezó a quererle, pero nunca dijo mucho puesto que su amiga también estaba enamorada y aunque aquella chica de ojos verdes no le ocultaba nada a su amiga, nunca pudo decirle la verdad porque la veía tan ilusionada y enamorada que no quería dañarla. Hubo una etapa en la que aquella niña de ojos verdes sufrió un gran caos, estaba enamorada de aquel chico tan guapo y de un amigo suyo que a pesar de no ser tan guapo físicamente, tenía grandes cualidades en la personalidad, unas que hacía que le cogieses verdadero cariño, pero la mejor amiga de la chica de ojos verdes también estaba enamorada del chico. Era complicado, amaba a aquellos chicos, pero ambos amores no podían salir a la luz, puesto que no quería perder a sus dos amigas. 
Paso el tiempo, como pasan las horas y los minutos y llego ese momento en el que por fin pudo decir la verdad, quería a ese chico de ojos verdes y su amiga le había dicho que realmente ella ya le había olvidado, que no quería nada y que entendía perfectamente que pasará y así cómo pasan las historias, aquel chico y aquella chica se besaron en aquel molino en el río. Pero el mundo nunca está contento con las historias tristes y no sé por qué se separaron y el amigo de este chico dejo de hablar a aquella chica de ojos verdes. El tiempo paso y sólo hablaban de vez en cuando, pero él siempre acababa llendose de su lado. 

Una noche de Enero se volvieron a ver, pero el chico no la saludo como se merecía y ella quiso llorar y echo a correr para huir de la realidad, para huir del "otra vez, no, por favor" y su amiga corrió tras ella, de tal modo que se prometieron que sería la noche de sus vidas y acabaron en un bar bailando.
De repente sus cuerpos se juntaron, sus miradas también, había varios chicos tras ella y todo acabo con una bonita historia de amor en un bar, la gente opina que las historias de amor que surgen en los bares nunca tienen éxito, pero claro, la gente opina tanto, que sigo sin creermelo. Estuvieron juntos parte de la noche y se quisieron como nada durante horas, él esa dulce cara, esos ojos marrones, ese olor y ella ese pelo rubio, esos ojos verdes, esa bonita sonrisa que eclipsa a la luna. Sin embargo como todo, acabo aquella noche y tuvieron que irse ella y su amiga y aquellos chicos no volvieron a verlas porque decidieron que eran demasiado pequeñas como para quererlas, pero una película me ha demostrado que no hay edades para el amor, que el amor nace y crece y da igual la edad, el lugar o la distancia, existe. No volvieron a saber mucho de ellos, pero aquella chica rubia sabía que él nunca la iba a olvidar y al contrario también pasaría.

Pasaron meses y en su vida apareció un chico de hace muchos años, un chico dulce, quizás algo más pequeño que sus otros amores, pero realmente merecía la pena, merecía la pena su marcada cara y sus bonitos ojos. Así volvió a nacer el amor y formaron una bonita relación de la que nació un grupo de amigos muy fuertes y posiblemente nuevos amores. Eran esa pareja que desde lo lejos daba envidia, que se notaba que se querían, que les brillaban los ojos cuando se miraban, que al acabar de besarse sonreían, que crearían un montón de historias bonitas, que desprendían felicidad en un mundo muerto por el materialismo. Quizás ella aún recuerde ciertas cosas, pero ahora estaba con él y eso nadie lo iba a cambiar, nadie más que el destino cuando tocará.

Esta niña de ojos verdes ha demostrado marcar la vida de muchas personas, por su gran corazón, su valentía y su bonita sonrisa. Está chica de ojos verdes ha demostrado que el amor no tiene edades porque realmente este nace cuando menos te lo esperas.

V.K. Te lo dedico, pequeño planeta. 

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