Rebelión y revelarse en mi cuerpo

Todos mis órganos han decidido hacer una huelga de trabajo y organizar una revolución obrera. 
La rebelión interior empieza a ser fuerte y el hemisferio izquierdo del cerebro, que afirma ser capitalista dice que no le dé ni un poquito de mi amor a nadie. 
Sin embargo, mi hemisferio derecho me dice que me abra, que conozca a las personas, que las recuerde, que capte su mirada, su olor, sus gestos y que las interiorice tanto que duela. Dice ser social y creativo, incluso afirma ser de izquierdas. Dice que el arte comenzó de la interacción entre las personas y el amor. 

El caso es que mi cuerpo funciona como la política de EEUU, pero del lado contrario. Y sí, también es un asco, bastante poco democrático.

Mi corazón, está cansado de política, de normas, de tener que aceptar todo y no ser él quien dictamine su destino y responsabilidad. Es un poco anarquista. 
Aunque no lo dice, está enamorado de la mayor revolucionaria de todas en mi cuerpo: la Amígdala. 
Ella sí que está cansada de que la confundan con las de la garganta. Dice que tiene demasiadas funciones y que a veces las hormonas le juegan una mala pasada. Pero, en realidad, todos sabemos lo indispensable que es. 
El estómago tiene un nudo, dice que ya es muy mayor y que otra vez se le han metido esas estúpidas "mariposas". Aunque, todos saben, que es una excusa para no demostrar que ese vaivén dentro de él, está creado por este mismo.
Y, al final, todo el compendio de mis órganos en rebelión y cada uno con su forma de pensar, trabajan para formarme a mí. Hay muchos trabajadores no nombrados como las células, proteínas, defensas... (pero como soy de letras, no me dio tiempo a conocer a la élite científica de mi interior). 
Sólo sé que ellos están luchando para que siga y para que me enfrente a cada situación de la mejor forma posible. Aunque, aún no les he confesado, que tengo mi propio conflicto de intereses y que todo lo que me dicen ellos choca, una vez más, con lo que yo interpreto que me dicen.
Sin duda mi interior es una locura y no entiendo cómo pretenden que me decida y que tenga claro lo que voy a hacer en cada momento. Así que he decidido dejarle un poco de peso al destino que es avaricioso y misterioso.
¡Total!, ¡Iba a hacer lo que me diera la gana! (Y así no tengo que asumir ninguna responsabilidad).
Y tú qué me estás leyendo ¿Qué rebelión tienes en tu interior?

Comentarios

Entradas populares