Esta vez no entiende de rumbos...

Ha prometido que se quedaría en las vidas de muchas personas, pero al final siempre se fueron de su camino. Muchas despedidas son dolorosas e incluso nunca las acabas de olvidar, pero esta despedida es necesaria.

Sí es cierto que tus ojos le encantaron, que tu sonrisa y tu forma de tratarla le volvieron loca, pero ahora sabe que el destino no une personas, o al menos el destino no os va a unir y en realidad el destino no lo hace todo. Quizás una parte de ella desee decirte que ha perdido el norte por ti, pero otra parte desea conocer otros rumbos que siquiera están marcados en una brújula. Y es que su alma es libre, no lo puede evitar, quiere vivir más allá de los límites del mundo, quiere comprobar lo infinito que es el mar y no hace falta que sea contigo. Ella no es la niña que creíste, ella no necesita alguien que le complete, solo alguien que de verdad está ahí en las buenas y en las malas. Quizás vuestras miradas se vuelvan a cruzar, lo triste, es que no serás una historia formando otra historia a su lado, solo serás un vago recuerdo siquiera malo, no la dejaré. Quizás no sea un error, pero esto es necesario, no va a seguir tras un imposible, aunque al menos lo ha intentado. El amor no entiende de edades y distancias, las personas sí y es triste porque todo esto lo haces por el que dirán, pero no, no te lo critico, yo también hago muchas cosas por ese motivo, creo que todos y por eso pagamos con la moneda de la felicidad. De esta ya hablaré otro día. Esta noche no miraré las constelaciones, pero incluso sin salir de mi casa, se que ni ella ni tú volveréis a ser los mismos y me alegro porque por fin es libre y por fin tiene un motivo más por el que sonreír.