Hoy
Hoy he quedado con una persona que solía conocer en el
parque del viejo barrio.
Dice que tiene miedo de que todo sea un desastre y el
caos negro, que no entiende, le coma su realidad soñada.
Todavía no sabe lo mucho que le queda por florecer y
lo bonito que va a ser ese caos que tiene su propia entropía.
Ella es algo salvaje, artista y rara.
Rara porque la intensidad que lleva en su interior
hace que tenga su propio drama continuo. Y la vida es de todo, menos una
película.
Sin embargo, hay una naturaleza de los seres humanos a
contradecir las cosas y, por ello, estamos continuamente viviendo nuestras
propias películas interiores, llenando todo de realidades que solo coinciden en
un tramo muy pequeño con la de los otros.
Esa chica me ha dicho que no sabe si se estrellará con su utopía, porque la distopía que ha vivido ha decidido quemarla. La quema de libros de Berlín ahora está en su propio corazón.
Pero, la literatura no se olvida tan fácilmente y aún
no ha superado ni 1984, ni Un mundo feliz, ni
siquiera las novelas de su cuaderno en primera persona.
Esa chica dice que tiene el corazón congelado, miedo
de ser besada y de poder enamorarse. Pero, aún no sabe, que le robarán el
corazón varias veces y, que, por primera vez, no se arrepentirá de ello.
Le quedan muchos conciertos y muchas cosas nuevas en
su interior, revolución de hormonas y baile de sentimientos, que aún no sabe que
está en ella.
Le queda mirar la noche en nuevos sitios y ver la
profundidad de una realidad totalmente distinta a todo lo imaginado.
Le queda mirarse al espejo y sonreírse un poco más.
Pero, ella es salvaje, aunque aún no lo sepa, y se
enfrentará a todo aquello que deba venir.
Hoy le he abrazado y le he dejado escrita una frase
que escuché hace mucho tiempo: "la vida es aquello que pasa mientras
sigues haciendo otros planes".
Y ella es artista, así que hará de esa frase sus
propias conclusiones, para transformarlo todo en letras e ideas caóticas que
acaricien, a su vez, a su propio caos interno.
Así que tranquila, rompe las páginas, quema tus
libros, contradice la literatura de tus sueños, porque la vida te dará un
camino totalmente diferente y lleno de incertidumbre. Pero, con nuestra propia
entropía, ese camino, este tú, este tan yo y la vida, creamos nuestra propia
neguentropía.
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