Necesitaba escribirlo.


Hace poco salí de la cueva en la que me sumergí, me he propuesto muchas cosas para salir adelante, pero una de ellas era seguir luchando por el cambio de este mundo.
Hoy no quiero escribir sobre mi vida, ni sobre las tristezas pequeñas que recorren mi cuerpo.
Hoy quiero hablar de lo que está sucediendo al otro lado del mundo y que aún no hemos hecho nada para intentar pararlo. No busco una lucha violenta, ni creo que se pueda enfrentar directamente el problema, pero sí se puede exigir a nuestros gobiernos que luchen por el cambio de las guerras, de las familias muertas, de los experimentos humanos, de la deshumanización del planeta.
Han salido varias noticias que me han partido el corazón:
En Siria se ha gaseado a una gran cantidad de la sociedad que vive allí y están muriendo cada vez más personas. Los niños nacen en guerra, una guerra que se va perpetuando y que cada segundo deja más víctimas.
Todo nos lo venden como algo complejo que la sociedad occidental no puede entender, pero todo está en el interés de los gobiernos occidentales: explotación del petróleo, ganancias en venta armamentística, miedo a la sociedad, control mediático, desviación de otro tipo de informaciones, etc.
Somos un blanco perfecto para un ente que nunca llegaremos a conocer y que nos está manejando, controlando y haciéndose con nuestras vidas.
 “¿De qué servirá exigir a nuestros gobiernos?”, “Para que luchar por otros si no nos hacen caso ni a nosotros que somos su país”, “¿Qué puedo hacer yo como ciudadano?” Son varias de las cuestiones que nos podemos plantear y que ni siquiera las personas que nos representan nos quiere dar la información necesaria para combatirlo. Es simple, nunca tendremos los conocimientos suficientes de lo que sucede, por puro interés de los dirigentes de las naciones, por puro control y les viene perfecto que paulatinamente nos deshumanicen y nos conviertan en personas egoístas que sólo luchan por lo suyo.
En Murcia un cachalote ha muerto por la cantidad de plásticos que ha ingerido en el mar. Aquí podemos hacer todo lo posible por no contaminar tanto, por no tirar residuos en las calles, las playas y los diferentes lugares que nos rodean. Sin embargo, lo mínimo es aplicarse unas conductas medio ambientales correctas, también, debemos luchar por una legislación y unas normas medio ambientales sostenibles, una eliminación correcta de la producción de plásticos que utilizamos diariamente, productos degradables, compuestos sostenibles y no contaminantes, etc.
Deberíamos exigirles a nuestros gobiernos que obliguen a cumplir a las empresas ciertas normas no contaminantes dentro de la producción o la eliminación de los deshechos que ellas mismas crean. Sin embargo, a las grandes empresas les sale mucho más barato pagar dichas multas que las propias prevenciones contra la contaminación. Además, debería buscarse la concienciación por parte de la sociedad de consumir tan sólo lo que se necesita y no llegar a un gran consumo y, por tanto, mayor producción.
En España varios políticos consiguen la titulación de un máster, al cual no se han presentado y aun así sus urnas siguen siendo las más altas y siguen ganando las elecciones generales. Da igual el fraude, porque mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer. Da igual la censura, los arrestos, la corrupción, porque democráticamente la gente sigue votando lo mismo. Y en muchos aspectos son los culpables de todo lo que está sucediendo, puesto que un gobierno busca representar al pueblo y esto, entre otras muchísimas cosas, es lo que están representando por nosotros.
Sin embargo, según está planteada el sistema de votaciones, han sido elegidos democráticamente y no cambiará hasta que la población quiera realmente que cambie. ¿Podemos seguir haciendo algo? Concienciación, lucha en las calles, huelgas, marchas y unión, es lo que puede hacer que todo esto cambie. Debemos unirnos y buscar una lucha común de las cosas con las que estemos de acuerdo, aunque no nos afecten directamente.

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