Estoy enamorada de ti...

La luz se difumina tras el agua y tú te impones tan esbelta que creo enamorarme.
Tres casas de colores al fondo que combinan con el negro mar y pequeñas manchas de luz rompe con la plena oscuridad de la nada.
Un faro que indica la localización de las afiladas rocas y que con su brillo intenta guiar a los pequeños barcos.

Te impones esbelta y creo enamorarme de ti.

Dentro de tus calles, se impone la vida, las luces y la música. Calles llenas de color y de su gente, gente que sonríe y te da la vida, músicos que sienten lo que tocan, otros que quizás no tanto...

Una ciudad que poco a poco se ha ido apagando por la pobreza, pero que no ha perdido esa magia de devolverme la calma cuando creía enloquecer.

Unos ojos clavados en los míos, una mirada que se aleja y se sienta en un muro.
Una sonrisa a tiempo cuando lo necesitaba.
Una persona mirando a la inmensidad y bebiendo cerveza.
Una persona más que me inspirará una historia y después dejaré volar.

Una pareja mayor andando de la mano, riendo, intercambiado miradas, ¡qué bonito es el amor y qué diferente puede ser para cada persona!

Fotografías captadas con mi mente, sonrisas guardadas en la memoria del teléfono, sentimientos incapaces de ser captados por una cámara.

Vuestra sonrisa me dio la vida; verte reír es lo más bonito, sentir que soy querida a pesar de mis dudas, mis miedos y mis arrebatos.

Leer hasta acabar la historia, leer hasta que mi mente se aleje, leer como nunca antes lo había sentido o quizás como sólo allí conseguí vivirlo.

Te impones esbelta y ahora no me caben dudas, estoy enamorada de ti.