Fingir cosas que no siento.

No me entiendo.
No entiendo nada de lo que soy,
de lo que siento...
No entiendo ese vacío permanente,
desde que me distancié de todo
lo que me daba felicidad.
No queda nada de mí,
de mis versos,
de mi ilusión,
de la felicidad por un nuevo día.
Quizás me he dejado caer en la rutina,
de un presente quemado,
un pasado apagado,
un futuro todavía por prenderse.
Mi mente no para de girar,
de ahogarme,
de matarme los sentimientos.
Y no puedo pararla,
no tengo tiempo,
no tengo fuerzas.
Mi imagen del espejo se ha roto,
no se quiere
y necesita irse lejos.
Sigo siendo el pasado
ya quemado.
La niña que no quería quedarse,
que soñaba con conocer nuevas cosas,
con conocerse.
Pero quise olvidar mi historia
y como dicen "sólo quien olvida la historia está condenado a repetirla".
Estoy condenada a hacerlo
mil veces
como un eterno retorno
a pequeña escala.

Siempre seré cobarde,
extrovertidamente, introvertida.
Siempre soñadora,
pero rota a gran escala.
Siempre condenada
a ser esclava
de un miedo incontrolable.
Siempre predispuesta
a que todo salga mal.
Quizás me he cansado de luchar
y aunque siga mi historia,
siempre me quedaré en estos versos
encerrada.
No puedes salvarme
tengo el truco de estropear
todo lo que toco.
Tengo la habilidad
de perder todo lo que quiero.
Y si algo ha cambiado en mí
es que estoy harta de fingir cosas
que no siento.

Comentarios

Entradas populares