Como la nieve al impactar contra un cristal.

El frío se agrupa en su piel y siente que se desvanece, como la nieve al impactar contra un cristal. Se siente solitaria, se siente incapaz de enfrentar todo lo que está sucediendo en su vida, se siente una mota de polvo en medio de muchos edificios.
Su mirada ha perdido el color y sus ganas de seguir luchando por algo, que en el pasado vio muy claro, se están yendo con el resto de cosas.
Se prometió muchas cosas, pero la última era evitar que sus sentimientos saliesen a la luz del día. Sin embargo, ahora todo lo que busca es que todo desaparezca por un tiempo y no tenga que pensar en absolutamente nada.

La chica que se enamoraba por absolutamente todo, ahora no se enamora de absolutamente nada y las lagrimas caen en silencio sobre su cara, su respiración es agitada y su máscara está más brillante que nunca.
Tiene personas cerca, pero a veces como la canción  de Fito, Corazón Oxidado, se da cuenta de que está rodeada por "muy pocas personas y demasiada gente" y sabe que se está fijando en lo negativo. Todo se derrumba y es tan fácil, que cuando intenta que todo vuelva a ser estable y que sus sentimientos no le destruyan, se da cuenta de que no puede luchar contra ello.
Y muchas veces, sólo le queda intentar expresar como se siente en un trozo de papel, porque aunque quieran, nadie puede ayudarle a parar ese ahogo que se hace con ella y esas ganas de abandonar cada vez que las cosas se salen de su camino.
Nunca supo improvisar, dejar fluir, disfrutar, nunca supo dejarse querer y comprender. No es que sea una incomprendida, pero tampoco sabe como hacerse escuchar, como aflorar, como sobrevivir a tantos pensamientos, ideas negativas y complejos; ya que todo lo que canta es tan estéril.
Sabe que todo el mundo tiene estos, pero no sabe como consiguen que no se hagan totalmente con ello y eso le hace sentirse peor.
Mientras tanto, ella se pone su máscara y finge que todo lo tiene completamente controlado.