Continuar tu historia y escribir un final.

Mi existencia merece la pena. 
Sé que lo hace porque cada vez que me levanto y miro a mí alrededor me doy cuenta de que andar no se trata de seguir el camino para llegar a la meta, sino de descubrir en las pequeñas y grandes cosas todo tipo de lecciones. 
Quizás mis pocos años de vida, esos que mi mente convierte en largo tiempo de experiencia, como si mi vida ya tuviese un sitio fijado, hace que sea consciente de que sí merece la pena intentarlo, porque  por cada vez que puedes llegar a llorar, habrá mil veces que te descubras riendo. Por la veces que te has caído, miles de veces te habrás levantado. Por las millones de veces que has maldecido el amor, habrá otro millón de veces que habrás disfrutado de los diferentes cariños que se puedes recibir. 
Estoy harta de vivir pensando siempre en el vaso medio vacío.
 Estoy harta de ponerme escusas porque me da pereza, miedo o vergüenza intentarlo. 
Sé que merece la pena mi existencia, porque incluso todo lo malo luego me ha dado felicidad, porque todas las caídas me han enseñado algo muy valioso o me han hecho conocer a personas muy importantes en mi vida. 
Porque por todas las despedidas, he encontrado nuevas bienvenidas. 
Porque por todas las veces que me he encontrado odiándome, me he descubierto queriendo esa parte de mí que no se ve a simple vista. 
Porque no todo es el físico y no sirve de nada una persona que solo es capaz de querer un trozo de carne. A veces lo más bonito es querer ese conjunto de ideas confusas que forman tu vida, porque al final todo somos eso. 

Y no, mi vida no es siempre feliz, no siempre consigo lo que quiero, no siempre soy libre, ni me quiero. Mi vida pasa por estaciones, pero todas las vidas pasan por el frío del invierno, la confusión del viento del otoño, el olor a primavera y lluvia y el calor de sol que se acaban resolviendo con una tormenta. 
Todos pasamos por la dura decadencia del tiempo, dura, ilusa pero al fin y al cabo bonita, por eso merece la pena vivirla. 
Hoy alguien me ha enseñado que se sentía igual o parecido que yo, pero nunca le he confesado que desde que le conozco le he admirado, porque siempre tiene esa sonrisa que regala al mundo, esa parte buena que pocas personas tienen. Sé que le puedo llegar a conocer poco, pero me gustaría pedirle que nunca perdiera esa cualidad de ser buena persona, porque hay pocas personas así y éstas merecen la pena. Ya que lo leerás, mereces la pena. 

Es lógico que sintamos muchos sentimientos a largo y corto plazo, pues nunca dejamos de convivir. Puesto que incluso en la soledad uno convive con su propia mente. Pero por ello merece la pena nuestra existencia, porque cada ser humano independientemente de como sea regalará su luz y le dará algo al mundo. 

Merece la pena la existencia, por cada sonrisa en los buses de vuelta a casa, por cada pareja que pasea por la calle, por cada persona que sueña sola, por cada persona mayor y cada persona diferente. 
Antes culpaba a una persona de haberse ido de mi vida sin haberme dado la oportunidad de dejarle conocerle, quizás ahora se lo agradezca pues la melancolía que me regalo me ha hecho que supere siempre mis metas. Debido a este hecho  quería demostrar que no necesitaba a nadie para obtener mi propia felicidad y aunque quizás muchas veces esta idea huya entre las esquinas, pienso cumplirla. 

Pero sobretodo merece la pena la existencia por las personas que pasan cada día a tu lado, esas con las que pasarás buenos momentos y no tan buenos, con las que seguramente discutirás y tendrás tus segundos desesperantes. Pero éstas también son las que te harán crecer, levantarte, quererte, volar, soñar, reír y llorar. Serán las que te abrazarán cuando tengas miedo, o las que te apoyarán pasé lo que pasé.Serán las que construyan una historia contigo en conjunto. Al fin y al cabo sois historias formando otras historias diferentes. 
También merece la pena por esas personas que se quedan durante un corto periodo de tiempo, pero te enseñan a cambiar tu mundo para conocer poco a poco ese ser que no sabías que estaba dentro de ti, las que te hacen escribirles textos breves a modo de despedida que quizás esté hecha demasiado pronto o quizás demasiado tarde. Personas que dejarán su marca aunque largo tiempo pase. 

Y también las que aparecen por segundos, minutos, horas, días, semanas o algún que otro mes. 
Esas que no se olvidan tan fácilmente, pero que no llegas a conocer del todo. Esas que quizás nunca más vuelvas a ver pero que sabes que a su pequeño modo te han dado su luz, para descubrirte algo en tu camino que no habías visto antes.
Quizás todas las personas estemos compuestas de luz y oscuridad, pero merece la pena conocer ambas partes, pues sin la oscuridad no apreciaríamos la luz y viceversa. 

Merece la pena la existencia porque poco a poco vas creciendo y haciéndote sabio a tu manera, pero todos tenemos el derecho de decidir si acabar o continuar la historia. Yo te recomiendo que la continúes, hasta acabarla, pues un lector se merece un final conforme a su historia.

V.K. 




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