Carta sin destino.

Solía mirarte con otros ojos distintos, solía mirarte delicadamente y es que en poco tiempo pasaste a serlo todo. Al principio quizás tan sólo te observe lentamente, pero todo cambió cuando te miré a los ojos... Siempre las historias cuentan un amor a primera vista, pero en mi caso me dispongo a escribir esta carta para decirte que tan sólo conociéndote me he enamorado más y más. Mi problema es que siempre he sido muy cobarde y me encuentro yo sólo escribiendo esta carta sin remitente, destino y lugar, una carta que acabará una vez más en la basura de las cosas que ya no se van a utilizar. Me encantaría poder decir que al tirarlo también podría olvidarme de ti, pero tú me completas y si no estas podría morir una y otra vez... Dicen que el amor es una mierda, porque siempre acaba, pero estoy harto de empezar las cosas pensando en el momento en el  que van a acabar, porque me paso toda la vida imaginando ese final y nunca disfruto de la realidad. Te quiero, una parte de mí es tuya, pero si quiera lo sabes... Miedo, miedo de mirarte, hablarte, de si quiera rozarte, miedo de no ser suficiente y morir en el intento. Pero ¿qué hay más bonito que un te quiero sincero? Siempre había sido aquel chico callado, que se acomplejaba de si mismo, incapaz de tomar decisiones, de gritar y de enfadarse, pero esta vez estoy harto de esconderme tras falsas ilusiones que quizás si fuese valiente serían realidad. Me gustas por tu forma de ser, de ver el mundo, por tu pelo, tus pecas, tus grande labios rojos, siempre rojos... Pero soy un cobarde y  nunca soy nada. Por eso esta carta sin remitente ha volado a tu buzón y por el momento se dispone a decirte que si quieres bajaré la luna y te la regalaré. Estoy enamorado de ti y si me lo seguía callando moriría en alma, pero no en vida y eso duele, duele como nada. Ahora quizás nuestros caminos se separen o quizás se junten... Gracias por hacerme sentir tanto, cuando estaba tan frío. 

V.K. Texto ficticio. Añadir que seas quién seas nunca calles el amor, este puede salir bien o mal y en caso negativo realmente todos lo hemos vivido, ¿por qué sufrir?