Me recorren escalofríos por la piel. 

Me recorren cataratas de melancolía. 

Y ando por un camino aún sin asfaltar, 

intentando entender si me gusta lo salvaje, 

intentando saber si prefiero seguir en la tierra. 

Estoy intentando mantenerme fuerte, 

clavar mis raíces en el suelo, 

seguir encendiendo la lumbre. 

Estoy intentando ser fuerte, 

pero estoy deshecha por dentro. 

Estoy ardiendo en soledad, 

pero la gente sigue dándome su paz. 

Yo estoy en guerra interior, 

incluso aunque mi vida sea todo de sencillez.

Yo busco la paz interior, 

pero Troya ya está ardiendo, 

y yo era el caballo de madera. 

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