Lluvia de los locos

La luz se esconde.
Deciden que es hora de salir,
a bailar,
a cantar,
a jugar,
y posiblemente a disfrutar.
Las personas se esconden tras sus casas, bares y espacios cerrados.
Los más valientes se atreven a salir con paraguas o capuchas.
Los cuerdos se tapan,
no quieren pasar frío,
congelarse el cuerpo,
enfermar y por tanto parar su rutina.
Los locos salen sin taparse,
se llenan el cuerpo de esas lágrimas frías,
que están una corta estancia,
antes de derretirse.
Los locos se calan,
ríen bajo la lluvia,
bailan, cantan, juegan y disfrutan con ésta.
Los locos disfrutan de las calles mojadas.
Esas que están impregnadas de melancolía,
esas que viven de la soledad de los cuerdos,
que luego será descrita en poesía por los locos.
Es triste que no sepan disfrutar de la lluvia,
tanto como del sol.
Es triste que juzguen y encierren a los locos,
cuando ellos dan esperanza al mundo y tienen mucho más que contar...

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