Lo perdí, pero empece a entender algo nuevo...

Podría haber luchado por ver su sonrisa un poco más, podría haber intentado parar su mente antes de que cometiese este error. Pero no lo hice, no le apoye, lo he perdido todo. Creía entenderle, creía que era feliz a pesar de que estuviera frustrado, pero me equivoque. Sus palabras después de ver su cadáver me golpearon en el pecho. Creía que confiaba en mí, creía que me contaba todo, pero se callo demasiado y por callarse acabo cayéndose. Le quería mucho y quería haber luchado por ayudarle, pero se aisló, le he perdido. Con esta carta no pretendo dar pena, pretendo explicarle al mundo, que callar solo sirve para explotar, que es como si fueses una mecha de una bomba y cuanto más te callas más posibilidades tienes de prenderte y en segundos  explotar. Ojalá pudiese haberle explicado que es humano estar mal y que preocuparte es lógico, que nadie puede decirte que tus problemas no son lo suficientemente grabes como para preocuparte, porque si te preocupan ya tienen un mínimo de importancia. Me hubiera gustado decirle que llorar es lógico y que nadie muere sin haber llorado por lo menos mil veces en su vida. Me gustaría haberle jurado que el mundo le necesitaba, que yo lo necesitaba, que le daba sentido a mí vida. Pero había abierto su bolsa, sin avisar a nadie, pero ya comprendía por qué. Creo que antes de plantearte acabar con todo, antes de que un problema llene tu vida, por la mayor bobada que sea, debería contárselo a alguien, porque si no lo haces, el miedo, la desesperación, o el odio te comerá por dentro. Y piensa que cualquier bobada que te preocupa, es algo lógico, cualquier humano nace con preocupaciones, sino es que no siente ni padece y no padecer es morir por dentro y morir por dentro, provoca morir por fuera. Intenta sonreír delante del que te ha querido hacer daño, pero llora por aquel que te pregunta que te pasa y sabes que es una persona de confianza.




(V.K) Este texto es ficticio, ninguno de los personajes es real. Pero toda historia, sea inventada o real, es igual de importante si te enseña algo.