Un juego, una fugacidad...

Todo empezó como un juego, era la chica débil que buscaba a alguien,  él la pieza que completaba ese sentimiento. Ella se prometió que nunca sentiría nada por aquella persona, que sería una persona fría a la vez que tierna. Pero no se puede ser tierno y frío a la vez y se fue por el camino tierno. Y aunque bien sabia que todo era complicado, que era inalcanzable, cada vez sentía algo más. "Era estupido, si no podía pasar y si pasaba la gente te criticaría" se pensaba una y otra vez. Pero era estupido olvidar lo que sentía, estaba ahí y no se movería aunque quisiese ocultarlo. Y cuando se decidió a que ocurriera algo, cuando lo tenía en las puntas de las manos y pudo rozar lo que quería, todo se esfumo de golpe y no volvió a saber nada de él y sus palabras desaparecieron y su droga había acabado, había desaparecido sin explicar nada.

En el bus a vuelta de su casa pensó en que esta era parte de su historia, pero que todas las personas de su bus tendrían una historia triste, que esos ojos azules que iban enfrente suyo y que algún día había conocido, no tenia porque ser lo que fue y quizás tenia una historia también. Todos somos historias, historias formando otras historias y así continuamente. Y quizás yo también fue parte de la historia de él.

Relato ficticio V.K.