Lo que se esconde bajo la piel.

Lo que se esconde bajo la piel sigue siendo lo más bonito que nos puede dar el mundo. 

Últimamente, no paro de ver cómo el mundo defiende que las Redes Sociales esconden muchas mentiras respecto al físico y, cómo, en realidad, todos tenemos inseguridades o cosas que no nos gustan. 

Esto me emociona, al igual que me entristece y, sobre todo, en el caso de las mujeres. Pero, me quedo con la parte que me emociona, porque poco a poco estamos luchando por abolir los cánones de belleza. Y, es que ¿Qué hay más humano que tener pelo, manchas en la piel, celulitis o estrías? Al final, nuestra piel sigue una evolución, al igual que nosotros y no deja de ser un proceso de adaptación a los diferentes cambios que se dan con la edad o con los factores ambientales o biológicos. 

Así que no importa si tu cuerpo no se ve como el de un niñx, porque no lo eres y no necesitas que se mantenga en el tiempo o con el mismo peso o con las mismas medidas. 

 Otra de las partes, que, sinceramente, como persona me sientan bastante mal (por decirlo de una forma correcta y sutil) es la forma que se ha instaurado actualmente de ocultar la gordofobía y que nos lleva a seguir obsesionados en la búsqueda del "cuerpo perfecto".  El problema está cuando no diferenciamos entre belleza y salud. 

"La belleza está en los ojos de quién la mira” (Gardman), por tanto, no podemos suponer que un cuerpo que muestra obesidad o incluso sobrepeso es insano, porque realmente no nos gusta lo que estamos viendo y machacar a la persona con que es su culpa haber llegado a x peso. Sinceramente, detrás de los temas de obesidad y sobrepeso se esconden muchas realidades totalmente diferentes, que, además, están siendo estudiadas por médicos, psiquiatras, nutricionistas y psicólogos. 

Así que la realidad es que la obesidad se debe tratar como una enfermedad en la que se puede prevenir e intervenir muchos factores y además debe unir temas como la gestión de emociones, la autoestima o muchas cosas que en la actualidad se están demostrando que están relacionadas. Sin embargo, siquiera yo puedo daros una tesis doctoral de esto, pues tampoco tengo ninguna especialidad en medicina, nutrición, psiquiatría o psicología. 

Lo que sí sé, es que esa obsesión por decirle a la gente "gorda" que tiene que cuidarse, que debería comer mejor y que debería hacer más deporte, sin importarnos cómo se pueda estar sintiendo, si tiene otra patología derivada de dicha obesidad o cualquier otros problemas médicos o psicológicos, puede derivar en obsesiones sobre su cuerpo que le van a estar marcando toda su vida o que incluso le pueden afectar a su salud mental. 

Y es que en pleno siglo XXI, los niñxs con obesidad siguen siendo excluidos o juzgados por una sociedad, haciendo que incluso estos problemas sean un obstáculo. Pero, por otro lado, todo esto que estoy relatando se puede dar a la inversa con personas muy delgadas que por su metabolismo u otros aspectos biológicos son juzgados por tener anorexia o bulimia, ocultando la verdadera realidad de aquellas personas que sí vivencian estos trastornos y haciendo sentir mal a la gente delgada por estarlo. En realidad, lo importante no es cómo se vea nuestro cuerpo, sino que nuestro cuerpo pueda seguir funcionando correctamente a corto, medio y largo plazo. 

Nunca podré hablar más allá de este aspecto social, puesto que lo psicológico desde mi ámbito de estudios no me concierne, pero sí que estamos viviendo bajo unos cánones de belleza, que buscan alimentar un capitalismo voraz. 

Si seguimos dándole una vuelta de rosca a esto que vivimos, estos cánones de belleza cada vez son más exigentes y sólo unos pocos cumplen con ellos. Esto nos obliga a comprar sus productos de higiene, de maquillaje, de dietas milagrosas, de productos adelgazantes, de productos que tienen pocas calorías, de productos que musculan (y no hablo de suplementos o dietas adaptadas al entrenamiento), etc. Sin darnos cuenta de que todo esto, va mucho más allá de estos productos que nos venden como milagrosos y que va mucho más allá de soñar con un cuerpo antinatural y superficial. Lo importante es mantener una relación saludable con la comida, una dieta sana y hacer deporte regularmente. 

No obstante, seguimos sin valorar lo que va debajo de la piel, todas aquellas cosas que hacen que tanto el bienestar individual, como el bienestar social hagan un mundo mejor. Se nos ha vendido una competitividad, otra vez ligada al modelo capitalista, en el que tenemos que ser siempre un 10, aunque con un 469 puedes ser perfectamente feliz (basado en la filosofía de Odín Dupeyrón) y, es que, desde edades tempranas, se nos vendió el "Pisa, para que no te dejen pisar" o el "de buenx eres tontx”. Porque, había que ser frío, mirar siempre por tu bien y no pensar en el resto de las personas que conviven contigo, porque, todo lo que uno tiene es política del esfuerzo y nada tiene que ver con la suerte o con el apoyo de las personas que te rodean y, porque si una persona te falla una vez, ya nunca más deberías perdonarla. 

Pero, luego, se nos olvidó que el autocuidado es muy importante, que debemos entender las emociones que sentimos y que somos tan humanos que lo raro es no cometer un error o varios por día. 

El caso, es que estamos bajo un sistema cada vez más exigente y que busca la competición cómo forma de sustento, tanto que lo estamos absorbiendo de forma inconsciente en nuestras vidas y volviéndonos más grises, porque, además, también es competición el estar siempre feliz y demostrarlo. 

Vamos demasiado rápido como para fijarnos con más calma en lo que va debajo de la piel de unx mismx y del resto. Como para no tener relaciones líquidas o incluso para pararnos en pensar más allá de nuestras narices. 

Y, por suerte, se va rompiendo con los cánones de belleza, que cada día se lleva a más gente y los cuáles nos han puesto a todos una pistola de inseguridades. 

Porque, la realidad de este mundo es que aquellas personas que te rodean tienen sus propias movidas, inseguridades y obstáculos. Y, encima, el sistema de salud mental y el sistema sociosanitario está cada vez más privatizado y sigue siendo un privilegio con muchas barreras para la sociedad. 

Así que, a veces es más bonito profundizar en aquello que vemos e intentar hacer del mundo un lugar más bonito, aunque, incluso haciendo eso, puedas tener el peor de los resultados y puedas hacer daño (porque eso también es humano), pero intentemos hacer que las personas puedan brillar más y autocuidémonos para brillar más nosotros. 


 No olvidéis que esto es una opinión personal y, por tanto, no es una verdad absoluta. 



Comentarios

Entradas populares