Lo inconsciente se hará consciente.


Quizás respecto a la lucha feminista creamos que hemos avanzado mucho, quizás en España tenemos la suerte de haber evolucionado en ciertos aspectos, aunque aún queda mucho que hacer por delante. La realidad es triste, estamos condenadas a sufrir bajo presión constante y bajo unos pilares de vulnerabilidad frente a la figura del hombre.
Sin embargo, he tenido la gran suerte de poder expandir mis alas y ver otros puntos de vista en otros países. La realidad sigue siendo aplastante, la mujer para muchos hombres sigue siendo la figura de un ser débil, que debe ser protegida por el hombre o cómo simple objeto sexual. Esto no quiere decir que las personas no puedan tener relaciones sexuales ocasionales, mientras por ambas partes sean consentidas.
Sin embargo, no es sólo la actitud que se tiene desde el hombre hacia la mujer, si no desde la propia mujer hacia el resto de las mujeres. No sirve de nada competir entre nosotras, vernos como rivales o incluso juzgar la forma de vestir, actuar o pensar por el simple hecho de ser mujer.
Muchos países en vía de desarrollo necesitan la educación como forma de mejorar la realidad de nuestra sociedad. Por ello, es importante abolir los roles de género, la visión de vulnerabilidad, la libertad de decisión y el respeto por las personas.
La educación sexual tiene muchas fallas, puesto que actualmente, al menos en España, se enseña mucho sobre salud sexual y sobre la prevención de un embarazo no deseado. Pero no se habla de la masturbación, del placer, de la empatía, la escucha, la comunicación y el respeto. No se habla de que la realidad de muchas personas aún sigue siendo muy cruda y que muchas mujeres por complejos, por vulnerabilidad, por inseguridad acaban siendo forzadas por sus parejas o compañeros.
Seguimos teniendo la tara de no hablar expresamente de sexo y, por ello, la primera toma de contacto que existe es la pornografía. Posiblemente, si se supiese que es una fantasía no pasaría nada, pero esa fantasía para muchos jóvenes es su primer boceto de lo que significan las relaciones sexuales. Estas escenas de por sí solas ya tienen la figura de que la mujer suele ser una persona atractiva con un cuerpo heteronormativo y que suelen ser o vulnerables o las que provocan que el hombre no pueda aguantar su lujuria. Además, son escenas bastante agresivas con falta de comunicación y centradas en el placer del hombre. No es de extrañar que muchas mujeres sigan sintiéndose culpables de no conseguir tener relaciones placenteras, porque ni nosotras, ni ellos conocemos nuestra propia anatomía.
Quizás necesitemos un giro, que no haya imposiciones de ningún tipo y que podamos expandir nuestras alas libremente. Que la brecha salariar no sea una realidad y que las personas no nos distingamos tan sólo por sexos, sino también por lo que llevamos dentro y lo que podemos aportar como personas al resto.
Nunca dejará de existir las injusticias, pero tampoco debemos dejar de luchar por reducir éstas y por intentar minimizar el impacto que existe en muchos puntos del mundo. Necesitamos seguir luchando para que la educación pueda llegar a todas las partes del mundo y que cada vez más gente pueda tener una educación publica y de calidad, sin necesidad de quedarse fuera del alcance de ésta. Debemos romper las barreras de las desigualdades y ofrecer la oportunidad de formarse dando igual tu sexo, tu raza, religión o situación socioeconómica.
Queda mucho por hacer y la realidad es que un texto no va a poder cambiar nada, pero quizás tú que me estás leyendo en algún punto del mundo, tú sí que puedes hacer algo por reflexionar, investigar y cambiar aquellas conductas que estén oprimiendo a las mujeres. Todos hemos partido de las conductas machistas y, actualmente, seguimos teniéndolas todas de forma inconsciente, pero paso a paso lo inconsciente se hará consciente y podremos cambiarlo.

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