Aquel lugar...

Era su lugar favorito y no es que fuera un lugar precioso, era un simple césped en medio de una ciudad muerta, pero allí había empezado todo. Se divisaba el mismo escenario siempre, unas pistas ahora vacías por el tiempo, pero en las que allí había empezado todo. Hubo un tiempo en la que necesitaba visitar aquellas pistas, al principio porque sus amigas iban allí, después porque conoció a gente que por supuesto ahora es parte de su segunda familia. Esas pistas conocieron el desamor y también conocieron el amor, conocieron la desesperación, la humillación, pero han conocido más la perseverancia, la esperanza, la amistad, la ilusión, la alegría y las risas. Aquel sitio conoció ataques tontos de risa que te llevaban a las lágrimas, ha conocido un día triste y la primera vez que empecé a dar mis pasos con la guitarra fuera de mi casa. Esas pistas han conocido mis mayores secretos, me ha hecho recordar aquel amor. Esas pistas me han llevado a seguir siempre adelante y me han llevado a mirar las estrellas con otros ojos, me han hecho conocer cosas nuevas. Esas pistas han conocido mis mejores sonrisas. Y aquel césped me hacia escupir mis letras directamente impresas de mi corazón, me habían hecho conocer la verdad y por supuesto atreverme a tirarme desde un sitio para abajo, provocando querer más a las personas cercanas. Allí fue dónde empezó mi tercera canción y dónde canté por primera vez a gente que no conocía. Allí he sido tan feliz que preferiría que me matarán a cambiarlo todo. Preferiría morir con estos recuerdos a vivir sin nada de esto, puesto que ya no sería lo mismo.