Cuadro de Goya

Como el Saturno de Goya,
me devoro a un niño
que aún no ha conseguido hacer su vida.
Ese niño es mi experiencia actual,
mezclado con lo que solía ser.
La libertad de mis pasos,
con la necesidad de conciencia,
revolución y reflexión.
Sin embargo,
esa carne no está tan fresca,
porque siguen devorándole
gusanos por dentro.
Estos se habían ido muy lejos,
pero volvieron cuando el cuerpo
se estaba haciendo más pequeñito.
Esos gusanos están formando una crisálida,
para evolucionar,
pero acabarán siendo una polilla
oscura y sin capacidad de transmitir
toda su luz,
pero siempre yendo hacia los sitios brillantes.
No se conforma con lo que tiene
y no le importará debilitar sus alas,
con total de conocer su cuerpo,
que un día fue un gusano
y, por fin, podrá llegar a ser mariposa.

Comentarios

Entradas populares